01 febrero 2011

¿Se extingue el OSO PARDO del Pirineo?

           

                                 URSUS ARCTOS (OSO PARDO)


Esta basado en el libro El oso pardo en los Pirineos de Miguel Mari Elosegi, y como el propio autor, con este resumen se pretende divulgar la situación en la que se encuentra el oso pardo en los Pirineos,  los problemas  de su conservación  y  las distintas sensibilidades con  las que se contempla.  Porque es necesario que sea conocida por todos, ya que un fuerte apoyo social puede se en definitiva el  desencadenante para una política de conservación  respetuosa con todos  los usos y por supuesto con la legítima pervivencia de esta  especie. 
 
   La cordillera pirenaica supone un ultimo refugio para muchos  de los tesoros naturales mas sobresalientes,   por lo que es una de las zonas montañosas mas singulares de  Europa.
El urogallo , el quebrantahuesos, el oso pardo son algunos de los refugiados mas característicos,
y también con un futuro mas incierto, porque aunque han sido capaces de sobrevivir a todos los avatares naturales durante miles de años, han sufrido una gran recesión debido a la enorme presión que ha ejercido sobre ellos la espacie humana en pocos siglos.  En el caso del oso pardo, la especie  prácticamente ha desaparecido de los Pirineos, aunque las translocaciones realizadas  en estos últimos años han logrado devolver alguna esperanza para su supervivencia en sus territorios históricos.
Pero en estos momentos existen posiciones muy divergentes sobre la necesidad de su mantenimiento. Mientras para una gran parte de la sociedad europea del siglo XXI, una población  salvaje de oso pardo es un gran tesoro natural, indicador de la diversidad y riqueza del medio, de su calidad y equilibrio, y tener zonas donde todavía perviven los osos es todo un privilegio.  Sin embargo, una parte de la sociedad pirenaica opina mas o menos lo contrario, y cree que su extinción no supondría pérdida alguna.   Aunque el oso pardo es todavía abundante en otros territorios del  mundo y la extinción de la población pirenaica no supondría ningún problema para la especie,
existen razones muy poderosas para su conservación.  Ha acaparado la atención humana desde la prehistoria y ha dejado una profunda huella en nuestra cultura. Por otro lado,  el oso requiere extensos territorios y esfuerzos para compatibilizar los usos que allí se desarrollan.  Esto hace que  su conservación contribuya a proteger un elevado numero de especies  animales y vegetales y una buena parte del ecosistema pirenaico.       Y la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad
es en estos momentos uno de los desafíos a los que se enfrenta la Humanidad, ante los riesgos   y   amenazas de un Cambio Climático.


EL PASADO DEL OSO PARDO

En Atapuerca (Burgos) se han hallado restos fósiles de osos pardos de hace unos 200.000 años, y en los Pirineos y alrededores  aparecen también restos de esa época  (en el valle de Ossau)  según parece convivió con los primeros humanos y el oso cavernario. Hasta que éste se extinguió hace unos 12.000 años. Desde entonces en Europa solo quedó una espacie: el oso pardo (Ursus arctos)
 Se expandió por Eurasia y llegó siglos mas tarde a Norteamérica, de la misma manera que lo hicieron los humanos y otras especies de mamíferos a través del entonces helado extrecho de Bering
Así surgieron las distintas razas de osos en Norteamérica. Una de ellas tras instalarse en  Alaska, dió origen al carnívoro más grande del planeta: el oso polar o Ursus marítimus.
En estos momentos este  magnífico ejemplar que ha sido capaz de adaptarse a condiciones tan extremas durante milenios, está sufriendo también las consecuencias de la acción humana.
El rápido deshielo del Artico a causa del Cambio Climático está afectando a su medio de vida sin apenas tiempo para adaptarse a nuevas condiciones.
Por su parte el oso pardo moderno aparece fósil por toda la cadena pirenaica, y hasta tiempos históricos ocupa toda Europa, incluyendo la totalidad de la península ibérica.
Así pues, desde muchos miles de años, los osos y los humanos tomaron caminos paralelos y comenzaron a competir por su supervivencia, y esta competencia histórica ha llegado hasta nuestros días, pero está bien claro cual de las dos especies ha desplazado a la otra. 


EL OSO PARDO COMO DEPREDADOR Y CRONICA DE SU EXTERMINIO

Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería,  el aumento de las  poblaciones,  la creación constante de vías y caminos y todas las actividades humanas, incluyendo las guerras, el oso se fue desplazando hasta zonas cada vez mas agrestes, mas intransitables y mas seguras. Todo esto hizo que este animal fuera incorporando a su evolución cualidades que le son características. Su finisimo olfato, su astucia, su prudencia y su capacidad para evitar conflictos con el ser humano, que le podrían acarrear problemas. Esto ha permitido que el oso sobreviva hasta nuestros días.
 Durante siglos el oso y el ser humano han vivido en una  convivencia vigilada y respetuosa.  Al no ser el oso un depredador tan potente como el lobo se ganó cierto respeto y admiración de los humanos durante la prehistoria, tanto que le habían atribuido cualidades divinas (según testimonios arqueológicos hasta recibió algún tipo de veneración)  No es de extrañar, seguramente debido a la impactante presencia del oso capaz de erguirse sobre sus pata traseras confiriéndole un impactante y poderoso carácter humano.
 De allí puede provenir también uno de los personajes mitológicos mas famosos del Pirineo occidental,  el Basajaun, que se recoge en distintos cuentos y leyendas, personificación de energías misteriosas que protegen los bosques. Un ser temible, enorme y muy fuerte poseedor de propiedades de otro mundo..y que parece una mezcla de fiera y hombre. Posiblemente  el Basajaun sea el mismo oso. (Es la opinión de Eugeni Casanova autor del libro “Cronicas de un exterminio”)
En el Himalaya también se conoce un ser parecido al Basajaun, se trata del Yeti, el Hombre de las Nieves, que según el famoso montañero Reinhold Messner , el personaje peludo que se pone en pié no es otro que el oso pardo, el animal que ha generado el mito.
El oso es un animal omnívoro, no está la carne dentro de sus preferencias, excepto en las épocas anteriores a su hibernación en las que debe adquirir mucho mas peso. Pero su alimentación esta compuesta  de frutos y vallas del bosque, raíces insectos y tubérculos.   La miel es uno de sus manjares preferidos.  Pero también es un oportunista carroñero, lo mismo que depredador de animales pequeños o enfermos.  Pero el conflicto mas importante surge en cuanto  ataca al ganado.
Este ha sido el principal punto de conflicto con los habitantes de las montañas.  Al aumentar las tierras de pastoreo en detrimento de los bosques el oso se fue convirtiendo en un feroz rival del ser humano, al  que había que exterminar.

Así es que cuando el hombre inicia su época histórica, se enfrenta a la fauna salvaje de una manera
implacable (todos conocemos los resultados de esta sistemática persecución) El oso se convierte en enemigo y rival y es necesario hacerle frente. Al principio tuvo un carácter de pura supervivencia con una lucha en condiciones de cierta igualdad, con flechas lanzas piedras, pero con el paso del tiempo conforme evolucionan los métodos y las tecnologías, el rifle, la mira telescópica, la teledetección etc. dejan al oso pardo del Pirineo en la lamentable situación de exterminio en la que se encuentra en la actualidad hasta hacer necesaria una política de mantenimiento y de reintroducción.
En la edad Media sin embargo, la caza del oso estaba restringida a los reyes y la nobleza, por ser un animal de rango superior “digno de otros depredadores de igual rango”,  y es por esta razón por la durante siglos se mantuvo una población bastante estable aunque ciertamente ya con el territorio muy fragmentado.  Existen crónicas de estos cazadores feudales  que comenzaron a practicar la caza ya como deporte , entrenamiento para la guerra y como diversión. Muchos de estos reyes escribieron sus propias crónicas de caza: el rey Sancho VI de Navarra, y el celebre conde de Foix,  Gaston de Febus y su hermano Pedro de Bearn, que abatió a la enorme osa Bizkaia herida con flechas, pero derribada con su espada.
Pero ya en el siglo XIII,  Felipe III de Francia acordó la libertad de cazar, “las bestias rojas “ en sus montes, con la condición de donar a los señores una pieza cazada.   En 1558 las Cortes de Tudela fijaron las leyes para la caza de fieras, y en ellas se estableció que los osos lobos y tigres (linces) podían cazarse todo el año.
  Es entonces cuando se levantó la veda para una verdadera extinción
Aprovechando estas facilidades los campesinos no dejaron pasar la oportunidad de perseguir a sus históricos enemigos. Además, a partir de mediados del siglo XVI se implantaron gratificaciones por eliminar a los depredadores, por lo que la presión de la caza aumentó notablemente. Además este sistema de primas y recompensas por abatir fieras permite a los investigadores seguir el devenir histórico de la especie, pues normalmente los pagos realizados se recogían en documentos oficiales que se han conservado en los archivos.
La caza de un oso se premiaba con  seis ducados y la de un lobo con dos , aunque el lobo fuese mucho mas dañino para el ganado.
De todas las cifras históricas se pueden extraer dos conclusiones. La primera es que hasta  el siglo XVII el oso fue abundante por toda la cadena pirenaica y áreas limítrofes, y la segunda,  que los
paisanos intentaban acabar con él.  Por lo tanto, aunque esta especie tenía un significado especial para los montañeses, , está claro que la prioridad del pueblo era proteger el ganado y las cosechas.
Acabar con las fieras era vital en aquellos tiempos.  Además la caza del oso permitía al cazador recorrer después los pueblos de la comarca mostrando su pieza y y ganarse unas buenas propinas. Los ayuntamientos tenían obligación de gratificar a todos los cazadores que abatían fieras, cosa que se justificaba, como queda recogido en las ordenanzas de Isaba (Navarra) en 1691, por “el bien universal” que hacían.
En esa época el oso debía de ser tan común en los Pirineos que 1735, las Cortes de Navarra decidieron seguir concediendo primas . Y en Ochagavía (Navarra) se encontro un documento refiriéndose auna ordenanza del valle de Salazar: que todos los habitantes del valle debían acudir obligatoriamente a todas las batidas de caza real que se iban a celebrar en el bosque común de Irati
  y los que no acudiesen deberían pagar una multa de dos reales y  un día de carcel.
 Esto demuestra la extraordinaria relevancia que se daba por entonces a la     eliminación de los depredadores.
En las zonas pirenaicas central y oriental se produce una enorme regresión de la especie a finales del siglo XIX y principios del XX  En el lado frances del Pirineo oriental se cazan numerosos osos , lo mismo que en Andorra. En 1879, se caza el último oso en Benasque.   La situación no mejoró en absoluto a principios del siglo XX, con el agravante de que el uso del veneno y todo tipo de agresiones al medio natural redujeron su población drasticamente, mucho mas acusada en la vertiente sur que en la norte de los Pirineos.
En 1900 podian quedar unos 400 osos pardos en los Pirineos.   En 1947 se eliminaron en Francia las primas por cazar osos.    En 1962 se prohibió su caza de manera general  en Francia, y en 1967 en España. Aun así siguió el furtivismo incontrolado. En  1967   el Gobierno de Francia creó el Parque Nacional de los Pirineos que tenía entre sus principales objetivos proteger al oso pardo. Aunque muchas de las zonas criticas del oso quedaban fuera del area de protección.
En 1972 el oso pardo fue declarado especie protegida en Francia y en 1973 en España.  Pero siguieron las bajas. En 1989 quedaban en la parte occidental de la cordillera unos 13 osos. En el 91 10, y  por último en en el año 2009 quedaban el Pirineo Central tres o cuatro ejemplares, entre autóctonos e introducidos.
En resumen según datos verificados, 1986 osos fueron abatidos desde el siglo diecisiete hasta el veinte, que muy probablemente pudieron llegar a los 3000 (son datos de investigador francés Jean Claude Bouchet) 

      


EL OSO UN ANIMAL EMBLEMATICO


El oso es una de las especies mas emblemáticas de nuestra fauna. Y el hecho de considerar a un animal o planta emblemática tiene su importancia. Por ser una propiedad con carácter cultural, que supone el beneplácito de la sociedad para ser preservados, y eso significa que la sociedad admite sin problema los costes necesarios para su mantenimiento. Además el oso pardo, dentro de las especies emblemáticas, se encuentra como muchas de ellas en la  cúspide de la cadena trófica, por lo que son especies clave que pueden servir como paraguas y contribuir a conservar todo el ecosistema en el que habitan . Cada vez mas la sociedad demanda un medio natural bien conservado y cada vez está mas dispuesta a pagar por poder disfrutarlo.

         

EL OSO PARDO EN LOS PIRINEOS:  UN CONFLICTO NO SUPERADO



Cuando la población de osos pardo ha llegado a la situación como la actual, de practica extinción
y  ha surgido el debate sobre su posible recuperación con medidas como la translocación de      varios ejemplares de hembra,  de otras poblaciones , ha surgido  un verdadero conflicto con los habitantes de la zona, principalmente con los ganaderos de ovino, que son quienes se sienten perjudicados.
Los ataques de oso al ganado son poco frecuentes pero no inexistentes.  Los ganaderos arguyen sus razones ancestrales y sus antiguas reivindicaciones, pero las razones y los tiempos han cambiado.
En primer lugar, sacrificar una especie de animal milenario, que como un tesoro ha llegado hasta nuestros días  es un precio muy alto a pagar.
La pervivencia de la ganadería extensiva de montaña es así mismo imprescindible para el mantenimiento y cuidado del territorio.  En segundo lugar, la sociedad que en definitiva va pagar con sus impuestos las subvenciones, no esta dispuesta a sacrificar a una especie animal por un sector económico, y tampoco desea que sea sacrificado un sector importante como el ganadero. Por todo ello está dispuesta a pagar  Pero es necesario un debate tranquilo realista e inteligente para encontrar las mejores formulas para solucionarlo.  Todas ellas existen y se debe revisar sin enconamientos ni posturas extremas.
Es necesario hacer comprender a los montañeses que en estos momentos de degradación del planeta, cuando el abuso y el deterioro de recursos están poniendo en peligro no sólo la salud  sino la propia supervivencia humana. El hecho de habitar en ecosistemas privilegiados supone un privilegio y una responsabilidad.  Pero  también pesan las leyes nacionales y europeas : la Ley de los Espacios Naturales y de la Fauna y Flora Silvestres que supuso un hito para la conservación de la naturaleza.   La ley instaba a elaborar un Catálogo de animales amenazados y a redactar planes que permitieran salir a esas especies de la situación desfavorable. En 1990 se incluyó al oso en esta lista oficial en la categoría de “En Peligro de Extinción”, y mas tarde llegarían los Planes de Recuperación, (la misma Administración que cincuenta años atrás ofrecía recompensas por matar osos estaba obligada a conservar esta especie)
En 1992 la Unión Europea aprobó la Directiva de hábitats , que se constituyó en el instrumento mas importante de que dispone actualmente para la conservación de la naturaleza.
A raíz de todo ello se optó por el novedoso procedimiento de reintroducción de osos eslovenos.
Se realizaron en los años 1996  1997 y en 2006.
En los últimos 13 años se han reintroducido ocho ejemplares . Ha sido una apuesta del Gobierno de Francia con el apoyo de los gobiernos de España y Andorra, los Gobiernos Autonómicos y de la Unión Europea, que pone de manifiesto una voluntad de sacar a esta especie adelante.
En 2009 el Consejo de Estado francés desestimó la solicitud de varias asociaciones pirenaicas de ganadería de montaña y de varios ayuntamientos del Pirineo francés para suspender el Plan  de Restauración de la población osera. Por lo tanto parece claro que el proyecto seguirá adelante.



 


LA PROTECCION DEL HABITAT
   

Conservar los osos exige proteger su habitat y organizar adecuadamente las actividades que se desarrollan en él.  Por un lado es necesario designar algunas zonas del territorio que tendrán una protección especial: las áreas críticas. 
Pero el establecimiento de areas criticas no es suficiente si están rodeadas de habitat de mala calidad o si se efectúan en ellas usos indebidos.
Los sectores conservacionistas mas arraigados como los Verdes y Ecologistas en Accion  propugnan desde hace bastante tiempo la idea de la creación de un Parque Internacional de los Pirineos.
Una brillante alternativa para el desarrollo sostenido de la zona pirineaica, que regulase los usos de la tierra impidiendo los enormes abusos de sectores como el del turismo de invierno, con instalaciones, construcciones e infraestructuras descontroladas, pensadas solamente para un hipotético beneficio inmediato.   Potenciando la agricultura y ganadería tradicionales, que se deben favorecer con las subvenciones necesarias, pero al mismo tiempo protegiendo a la fauna salvaje, como la de los osos, el urogallo, el quebrantahuesos y otras muchas que con su sola presencia aportan un sello de calidad a los valores naturales . Esta alternativa crearía puestos de trabajo y fijaría la población. El primer Parque Internacional del Mundo. Un enorme atractivo y un gran ejemplo. 


Para alcanzar metas como esta es necesario superar todavía muchos escollos, no solamente los administrativos . Son  necesarios todavía un grado de desarrollo social  y de educación en los valores naturales , algo que se debe difundir incansablemente demostrando que otra forma de vida es posible ,  aprendiendo lo mismo de los valores tradicionales que de la innovación mas creativa.
Olvidándose del desarrollismo materialista que ha llevará a las sociedades de montaña  a un callejon sin salida