21 noviembre 2013

Javier Pagola entrevista a Ángel Gabilondo, en 'alandar.org'.

 "EL PROBLEMA ES LA EXCESIVA RIQUEZA, LA QUE SE PRODUCE A COSTA DE OTROS"



 Ángel Gabilondo, ex ministro de educación, es catedrático de metafísica en la Universidad Autónoma de Madrid, autor de libros y del blog El salto del Ángel. Abrió el curso en el Foro Gogoa, con una charla sobre La Educación hoy: desafíos de equidad, calidad y diversidad.


¿Al hablar sobre educación en quiénes piensa usted ante todo?

Estamos viviendo una crisis de modelos políticos y de valores. En el mundo hay mucha miseria, ignorancia, dolor, soledad, pobreza y sufrimiento. Pienso en las personas en mayor necesidad, las más vulnerables, las más pequeñas, las más solas, las que están en paro; pienso en quienes tienen menos oportunidades, horizontes y posibilidades. Creo que la cultura y la educación combaten la miseria y la ignorancia del mundo. Quienes no queremos que se produzca un modelo depredador y a corto plazo, vivimos por y para la educación. Y ponemos en primer plano a los más débiles.

¿Por qué reclama con tanta insistencia la palabra?

Hemos perdido muchas cosas, pero lo más grave sería perder la palabra, que nos hace vivir y nos humaniza. La mayor pobreza es la falta de palabra. No habrá ninguna reforma del sistema educativo, ni transformación de la sociedad, ni desarrollo personal, sin entrenamiento en el amor a la palabra. Quien es descuidado con la palabra lo es también con el cuidado de sí mismo.

¿En qué consiste ser educado?

Ser educado es vivir en verdad. La mentira no es decir lo contrario de lo que uno piensa. La mentira es vivir lo contrario de lo que uno dice. Porque nuestro verdadero decir es nuestro obrar, nuestra forma de vida. Hay quienes piensan que solo es contagiosa la enfermedad. Pero también son contagiosas la salud y la educación y eso lo experimenta quien está cerca de personas que conocen y saben vivir. Un buen profesor sabe que su forma de hablar y todos sus gestos son educativos. Y también sabe que no se educa solo en horario escolar.

¿Los jóvenes de hoy son educados?

Eso de hablar mal de los jóvenes se ha dado en todas las épocas. Séneca decía “los jóvenes de hoy no respetan a la autoridad” y Sócrates, “los jóvenes ¡cruzan las piernas!” Antes de decir que “los jóvenes de hoy no tienen valores” deberíamos preguntarnos: “y nosotros, los mayores, ¿qué tal andamos de valores?”. Hemos puesto como fundamentales los honores, los poderes, la riqueza, el éxito fácil, el ganar a cualquier precio, el dominio y la aniquilación del otro, la competitividad sin colaboración ni cooperación. Esos son valores sociales aceptados con toda naturalidad. Y sucede que los valores son contagiosos.

¿Ha progresado nuestro país en educación?

Es buena cosa, al pensar en nuestro país, al que tanto queremos, recordar de dónde venimos. Y agradecer a tantas personas que han luchado por la educación y han dado su vida por ella. ¿Recordamos que, en 1978, más del veinte por ciento de la población era prácticamente analfabeto? Es verdad que hay miserias y problemas en la herencia recibida, pero tenemos que ser generosos al juzgar y apreciar los esfuerzos de las generaciones anteriores. Y el mejor legado que nosotros podemos dejar a quienes queremos de verdad es la educación. El conocimiento es el mayor regalo que uno recibe en la vida y sin conocimiento no hay libertad. Nada esclaviza más que la privación de conocimiento y la mayor de las exclusiones es la exclusión de la educación. La educación es el mayor bien, el que verdaderamente generará una vida digna. Pero la humanidad está también formada por quienes están por venir y por eso hay que introducir el futuro en nuestras decisiones. A los políticos hay que decirles: “No pensemos tanto en las elecciones, pensemos más en las generaciones”.

¿Qué representa la educación en la vida del país?

La Educación es la mejor política social. Garantiza la libertad y la igualdad. La escuela es un lugar de convivencia donde se aprende a respetar la diferencia, sin diferencia de derechos. La educación es también la mejor política económica y creo que, sin ciencia, sin investigación e innovación nuestro país no podrá salir de la honda crisis. Sin educación no puede haber democracia. Pero nuestro país depende de todo lo que cada uno hagamos. No haremos nada por la educación si a la vez no nos cultivamos a nosotros mismos. A menudo no sabemos aprovechar las posibilidades que tenemos. Educar es también autoeducarse, luchar por sacar lo mejor que hay dentro de nosotros. Y trabajar en común, cooperando.

Ahora, ¿hablamos más de economía que de educación?

La economía es una ciencia social abierta a nuestras decisiones. Le preguntaron a Kant: ¿Usted cree que el mundo va mejor? Y él respondió: “Eso depende de lo que hagamos”. Es una respuesta que vale para nosotros. Hay que poner la educación en el corazón de la sociedad y la economía. No son deseables una economía que solo busca personas talentosas para que sean rentables, ni una educación que solo pretende formar dóciles empleados. Tampoco hay que hacer depender del “talento medido” el itinerario que una persona ha de seguir en la vida. Pero, evidentemente, se puede desarrollar mejor el talento y podemos todos mejorar en inteligencia social.

A la vista del reciente informe de la OCDE hay quien insiste en el esfuerzo de los escolares.

Repito lo que ya dije un día: “A veces nos quieren dar lecciones de esfuerzo los expertos en palos de golf”. Los que procedemos de familias humildes recordamos el esfuerzo que hicieron nuestros padres y sabemos el esfuerzo que nos ha costado a nosotros llegar a ser personas honestas y competentes. Que no nos roben las palabras. Es indispensable luchar en la vida, para salir de la pobreza. Pero el problema es la excesiva riqueza, la que se produce a costa de otros. El horizonte no puede ser la pobreza, sino la riqueza compartida. En nuestro país hay mucha moralina y poca ética. La ética es el compromiso social creador de espacios de justicia y de libertad.

En 35 años ha habido ya siete leyes de educación. Siendo usted ministro estuvimos a punto de alcanzar el necesario pacto escolar. ¿Qué lo impidió?

Ese activismo legislativo es un tema hondo: ¿qué nos pasa como país? Aquí no pasa como en Finlandia, que tienen un marco educativo establecido hace veinticinco años y llevan diez evaluándolo. No sabemos en qué curso está nuestro hijo; un humorista me dijo el otro día “está en tercero de la LOMCE”. Claro que el asunto no es para bromas. Es legítimo que quien gobierna dé algunas determinadas normas, pero debemos alcanzar un consenso. Confundimos el Estado con el Gobierno o con el ministro de educación. Y, sin embargo, nadie podrá transformar el sistema educativo sin contar con todos sus agentes. Con mucho esfuerzo, durante nuestro mandato, teníamos 154 puntos ya acordados y, dejando aparcados sin hacer casus belli de algunos temas que nos dividían y que se podían aplazar, pudimos haber logrado el “Pacto Social y Político para la Educación”. Pero esos acuerdos deben alcanzarse en la primera fase de la legislatura, no cuando empiezan las encuestas y se prevé una mayoría absoluta. Hubo también interferencias no políticas. Hay un afán por conformar conciencias más que por fomentar la autonomía de las personas.

¿Hasta dónde persiste el problema religioso en España?

Constato que en nuestro país hay demasiados clericales y anticlericales y muy poco laicismo, que es el respeto para las diferentes creencias y posiciones de los otros. Claro que hay clérigos muy abiertos y tolerantes, como hay anticlericales que se creen laicos.

¿Es posible avanzar juntos?

El pacto es el único camino y más en una España de las autonomías. Y eso se logra con la intervención de todos en los procesos de elaboración de acuerdos. El acuerdo es muy difícil políticamente y la ciudadanía lo tendrá que reclamar y hacer valer socialmente. Pero, en general y en cualquier ámbito, no solo en el educativo, en nuestro país cuesta mucho alcanzar acuerdos. Falta voluntad de acordar; hay mucha gente que acude a las citas sospechando de las personas con las que se va a reunir. No soportamos a quienes piensan de modo distinto, les descalificamos y marginamos de manera constante. Eso se combate con más educación. Yo propongo a todos un ejercicio: que todos los días hablemos bien de alguien, siquiera un ratito.

¿Se puede reformar la vida política?

Claro que sí. Es necesaria una nueva ley de partidos. Pero hay dos cosas que hacen difícil un correcto ejercicio de la política. El reglamento del Congreso -que es decimonónico y muy rígido- y el formato de los “debates” en los medios de comunicación. No se producen verdaderos debates, cargados de datos y razones, sino algarabía de voces que hablan todas a la vez sin escucharse, confrontación y descalificación constante. En nuestro país hay cierta paz política hasta que algún grupo hace una propuesta, a la que, enseguida, los demás suelen oponerse por sistema. La educación tiene que enseñarnos a escuchar a los demás y a debatir con argumentos.

¿Cuáles son las claves de la educación?


Conocimientos, competencias y valores deben ir de la mano, en equilibrio. El conocimiento no es patrimonio particular de nadie, nos pertenece a todos y a todas. Hay cosas que solo se tienen si se dan. El conocimiento, igual que pasa con el amor, solo se tiene cuando se da, cuando se pone en circulación. Y, para mejorar y ampliar el conocimiento, debemos despertar la curiosidad, que consiste en imaginar que las cosas pueden ser de otra manera distinta a como son. El buen maestro no es el que dice “hazlo como yo”, sino el que dice “hazlo conmigo”. El sueño de un buen educador es arrancar a alguien del limitado horizonte en donde se encuentra, para ir con él a otro sitio. Es mejor perder con alguien que ganar solo. La vinculación con el bien común, liberándonos del individualismo, es una de las tareas fundamentales de la educación.

¿Cómo entiende usted la calidad de la educación?


Yo estoy a favor de la calidad, de la excelencia. Pero no estoy de acuerdo con vincular la calidad únicamente a los resultados. La calidad es una buena relación entre los objetivos, los medios, las medidas, los recursos y los resultados. Según en qué contextos puede ser calidad obtener resultados distintos. La calidad sin equidad es elitismo y discriminación. Más que el abandono y el fracaso escolar, me preocupa un sistema educativo que abandona a los escolares en su camino. Nuestro país es refractario a los ideales de la ilustración: libertad, igualdad, fraternidad. Tenemos que convencernos de que todos somos iguales y debemos ser más fraternos porque, como decía Kant, “Ningún ser humano es un medio, cada ser humano es un fin en sí mismo”. Decir esto no es adoptar una posición banderiza. Todos somos imprescindibles, insustituibles, cada uno con su diversidad y, como dice René Char, “tenemos derecho a desarrollar nuestras legítimas rarezas”.

01 noviembre 2013

España no va mejor porque Botín sea más rico




  España no va mejor porque Botín sea más rico




Juan Torres López
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla



Las últimas declaraciones de Emilio Botín diciendo que España vive un momento fantástico son una verdad como un templo. Siempre, claro está, que diga que para él y los suyos.

Es cierto que España vive un momento de gloria: las reformas que han venido realizando antes el gobierno de Zapatero y ahora el de Rajoy han ido exclusivamente encaminadas a recuperar a los bancos privados insolventes por su irresponsable política crediticia y a dar más poder de negociación y decisión a las grandes empresas. Los resultados son claros: una caída gigantesca de los salarios, que directamente redunda en aumento de beneficios empresariales, mayor concentración bancaria y negocios impresionantes para los bancos y las grandes empresas que han hecho de España la nación más desigual de nuestro entorno. A costa, eso sí, de una destrucción de empleo gigantesca, de miles de empresas arruinadas y de millones de personas que han perdido todo, bienes, viviendas y derechos sociales.

Todo ha sido concebido para que los banqueros como Botín y los grandes propietarios recuperen las posiciones que tenían antes de la crisis que ellos han provocado y ahora es lógico que todas esas medidas den resultados que les parecen fantásticos.

Pero ni siquiera así se puede admitir que lo que dice Botín sea del todo cierto.
Por un lado, las entradas de capital a las que alude no se han reflejado aún en los datos oficiales del Banco de España, de modo que si se atreve a decir que están produciéndose debe ser porque las nota en sus bolsillos. Y las empresas normales y corrientes no sienten, por el contrario, que les haya mejorado la afluencia del crédito y el impulso financiero que necesitan para salir adelante. De hecho, se estima que en 2014 van a cerrar un 25% más empresas que en este año.
Sí parece que se están produciendo entradas de capital procedentes de fondos de inversión que se están quedando con miles de inmuebles y propiedades de todo tipo, lo que debe estar dejando buenas comisiones en bancos e inmobiliarias ligadas a ellos y lo que seguramente se traduzca en unas décimas de incremento en el PIB de los próximos meses.

Pero ¿acaso se puede considerar eso suficiente, o fantástico, cuando los datos que reflejan la evolución real de la economía (exportaciones, crédito, empleo, producción industrial, ventas al por menor etc.) empeoran?
Es muy posible que estas entradas de capital puramente especulativo y voraz sigan produciéndose pero de ninguna manera puede considerarse, ni siquiera aunque vayan a traducirse con toda probabilidad en un leve crecimiento del PIB, como un augurio de que la economía española se recupera porque ni van a traer aumento del empleo, ni más o mejor vida para las empresas, ni más competitividad (suponiendo que sea eso lo que necesitemos), ni más actividades que a medio plazo permitan generar nuevos ingresos.

Lo que le ocurre a Botín no es nuevo. Sufre el mismo tipo de distorsión cognitiva que ha afectado siempre a las clases ricas españolas: confunden el todo con la parte, sus intereses con los del conjunto de los españoles.

Y lo lamentable no es que personajes como Botín sufran ese tipo de maligna disonancia sino que actúan en consecuencia y nos llevan a todos al precipicio.
Botín es un banquero que si en España hubiera Justicia, gobiernos decentes y democracia estaría en la cárcel desde hace tiempo.
Como he explicado en varios lugares, el diario El País informó el 27 de mayo de 2008 que, para defenderse de la acusación de supuestos favores al Banco de Santander, el ex Ministro de Economía Rodrigo Rato presentó un escrito de la ex-Secretaria de Estado de Justicia y luego Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, “en la que ésta pidió el 25 de abril de 1996 que se cursaran al Abogado del Estado “instrucciones” sobre su actuación en el caso de las cesiones de crédito”, concretamente, pidiendo que no se dirigiera “acción penal alguna por presunto delito contra la Hacienda Pública, contra la citada entidad bancaria o sus representantes”. Gracias a ello, su presidente no tuvo que ser juzgado por unas actuaciones que el diario digital el Confidencial de 21 de septiembre de 2006 describió de la siguiente forma: “Durante los años 1988 y 1989, el Santander manejó cerca de medio billón de pesetas de dinero negro, que provenía de fuentes financieras más o menos inconfesables (…) El banco entregó al Fisco información falsa sobre 9.566 operaciones formalizadas que representaban 145.120 millones de pesetas. (…) A tal efecto, no dudó en declarar como titulares de las cesiones a personas fallecidas, emigrantes no residentes en España, ancianos desvalidos, trabajadores en paro, familiares de empleados del banco, antiguos clientes que ya no mantenían relación alguna con la entidad, etcétera. Como consecuencia del descubrimiento de esa serie de irregularidades, la acusación solicitó para el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín un total de 170 años de prisión y una multa de 46.242.233,92 euros (7.694.060.334 pesetas), además de una responsabilidad civil de 84.935.195,86 euros (14.132.027.499 pesetas), que es el perjuicio causado con su actuación a la Hacienda Pública”.

Como digo, si en España hubiera Justicia al señor Botín se le hubiera enjuiciado y condenado. Si hubiera gobiernos decentes la señora Fernández de la Vega (que ahora se sienta en el Consejo de Estado) nunca hubiera dado esa orden. Y si hubiera democracia toda la gente sabría qué sucedió y al señor Botín le daría vergüenza de decir las cosas que dice porque lo correrían a gorrazos por las calles. Mejor dicho, con toda probabilidad, por los patios de una cárcel.
De la misma naturaleza es su juicio sobre el ex ministro de Economía Rodrigo Rato de quien dice que fue el mejor de la democracia. Es natural que lo diga: solo con la vergonzosa concesión de desgravaciones fiscales con el dinero de todos los españoles a las empresas que invirtieran en el exterior (como el banco del señor Botín) ya le hizo un favor suficiente como para justificar que lo siente ahora en sus sillones y lo mitifique de esa forma. Su gestión en Bankia engañando a miles de personas, su política que dio lugar a la crisis, o su ceguera para anticiparla aquí o en el FMI no tiene importancia. Pelillos a la mar que el negocio es el negocio.

Una ventaja tienen, eso sí, las declaraciones de BotÍn. Permiten comprobar a quien tuviera alguna duda qué tipo de salida es la que quieren darle a la crisis y la que le van a dar si no hay una respuesta social contundente que quite de una vez el Boletín Oficial del Estado a los gestores del señor Botín y compañía que gobiernan contra España: no la que recupere el empleo, el salario, la actividad empresarial y el binestar social, sino la que permita que siga aumentando la riqueza de los ya de por sí más ricos que provocaron la crisis, los que fomentaron artificialmente una deuda privada y empresarial gigantesca a base de endeudarse ellos mismos y cuyos costes quieren ahora pasar a las espaldas de los de siempre.

26 abril 2013

Un 25 de abril contra la dictadura de los mercados

Lisboa, 24 abr (EFE).- La crisis marca este año la celebración de la Revolución del 25 de Abril y el fin de la dictadura en Portugal, una jornada en la que a los actos oficiales se suma la convocatoria de protestas contra la política de austeridad.


El aniversario del levantamiento militar de 1974 que democratizó Portugal tras casi medio siglo de dictadura movilizará este jueves a muy diversos colectivos y organizaciones, desde la asociación de antiguos miembros de las Fuerzas Armadas al movimiento de "indignados".

El denominador común de todos es el rechazo a las medidas de ajuste y los recortes presupuestarios aplicados desde junio de 2011, con el programa del rescate financiero luso, y la demanda de soluciones a los graves problemas sociales del país.

Los sindicatos y la izquierda parlamentaria, que piden al Gobierno conservador políticas para estimular el crecimiento y el empleo, se han sumado a esas criticas con el argumento de que la austeridad exigida por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es contraria a los principios del 25 de abril.

 

"Grandola Vila Morena", la canción que sirvió de señal para emprender la revolución, se ha convertido ahora en un símbolo de muchas protestas contra el jefe del Gobierno portugués, Pedro Passos Coelho, y sus ministros.

Considerado el himno del 25 de abril y escrito por Zeca Afonso, la canción la entonan ahora los "indignados" y los sindicalistas lusos, cuando interrumpen actos oficiales y realizan protestas callejeras.

 


El movimiento cívico "Que se fastidie la troika", organizador de dos de las mayores manifestaciones realizadas en Portugal, se adelantó a la celebración del 25 de abril y el pasado fin de semana empezó a recoger firmas contra el Gobierno precisamente en el municipio de Grandola, a unos 100 kilómetros al sur de Lisboa.

Su intención es someter al Ejecutivo a una "moción de censura popular" como la que votaron los partidos de izquierda en el Parlamento hace tres semanas, superada sin dificultades por la mayoría absoluta conservadora.

Al margen de las protestas, el principal acto oficial del 39 aniversario de la Revolución tendrá lugar en el Parlamento, donde está previsto que el jefe del Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, pronuncie su tradicional discurso ante los diputados e invitados de honor.
Pero entre ellos ya hay algunos desplantes, como el del expresidente y antiguo primer ministro Mário Soares, un histórico dirigente del socialismo luso que por segundo año consecutivo ha anunciado que no participará en la conmemoración oficial, en señal de protesta por las políticas del Gobierno y la situación que atraviesa el país.

Tampoco asistirán a la ceremonia los miembros de la "Asociación 25 de Abril", la entidad creada por
los militares sublevados en 1974, que mantiene una actitud muy crítica con los recortes del gasto público decretados por los conservadores lusos.
Esta asociación sí participará, sin embargo, en los desfiles convocados en Lisboa y Oporto con motivo del aniversario, en los que tienen previsto cantar el "Grandola Vila Morena".
La presidenta del Parlamento portugués, Assunção Esteves, pidió hoy que se "respete" la ceremonia de la Asamblea Legislativa, donde el público ha protagonizado ya varias interrupciones de actos oficiales con la canción del 25 de abril.

Incluso grupos de piratas informáticos portugueses han anunciado acciones antigubernamentales a través de internet, como ya hicieron hace unos meses. EFE

11 abril 2013

ESCRACHE Javier Gallego - Eldiario.es




 ESCRACHE
Javier Gallego - Eldiario.es
 
Nos habéis perseguido a todos. Primero fuisteis a por los jubilados
pero como vosotros tenéis la jubilación asegurada, no os importo
hacerles daño. Después fuisteis a por los enfermos, los
discapacitados, los dependientes y como vosotros no tenéis problemas
de dinero, no os importo cargar a las familias con un peso que no
pueden soportar. Entonces fuisteis a por los funcionarios, los
médicos, los profesores. Fuisteis a por nuestra sanidad y a por
nuestros colegios porque vosotros tenéis los vuestros asegurados.
Protestamos y no os importó enviarnos a los antidisturbios a que nos
hicieran daño.

No os importó que hubiera millones de parados y fuisteis también a por
ellos. Les quitasteis un pedazo de lo poco que les queda y les
gritasteis que se jodan en mitad del Parlamento. Y empezasteis a
jodernos a todos los demás, a la cultura, a los mineros, a todos los
contribuyentes. Fuisteis a por todos nosotros y no os importó hacernos
daño para no hacérselo a los vuestros. Los bancos vinieron a por
nosotros y vosotros nos quitasteis los cuatro cuartos que nos habían
dejado en los bolsillos. Ellos nos robaban, vosotros hacíais negocio
con nuestro dinero. Volvimos a protestar y nos disteis la espalda de
nuevo.

No queríais ver cómo la gente saltaba por las ventanas o se colgaba
del cuello. Los bancos que nos habían puesto la soga iban a por los
que menos tenían y les dejasteis hacer. Dejasteis que se aprovecharan
con las preferentes de los más indefensos y vulnerables y jamás
perseguisteis a los timadores. Dejasteis que algunos se quitaran la
vida angustiados por su desahucio. Les empujasteis al vacío sin mover
un solo dedo y permitisteis que pelotones de policía siguieran sacando
a la gente de sus casas a empujones. Podríais haberlo evitado pero
seguíais mirando para otro lado.

Los jueces españoles y el tribunal europeo han decretado que las
hipotecas españolas son ilegales y abusivas y a ninguno de los dos les
habéis hecho caso. Miles de personas en la calle y un millón y medio
con su firma, os han pedido parar esta sangría y habéis tratado de
escaparos de ellos. Nos disteis unas medidas insuficientes que no
sirvieron para nada y ahora nos volvéis a ofrecer un simulacro de
solución en diferido. Os pedimos pan y nos dais migajas. Os pedimos
ayuda y nos dais antidisturbios. Os pedimos que nos echéis una mano y
nos la echáis al cuello.

Ahora van a por vosotros y reclamáis que os amparemos pero ya no queda
casi nadie de nosotros que lamente lo que os está pasando. Os toca
sentir lo que sienten los perseguidos. Ahora nos pedís la justicia que
vosotros nos habéis negado. Invocáis la democracia que habéis
destruido y el respeto que no nos tenéis. Exigís que se respeten los
derechos que no habéis respetado. Llamáis terroristas a los que os
persiguen como si no supiéramos que sois vosotros los que los habéis
aterrorizado. Nos llamáis golpistas mientras nos moléis a golpes. Hay
que ser muy miserable para llamar acosador al acosado.

Seguid así. Seguid dando la espalda a la realidad, seguid llamándonos
criminales en lugar de ciudadanos. Seguid aumentando la pobreza, la
desigualdad y el paro. Seguid dejando que a la gente la estafen, la
echen a la calle y los ladrones anden sueltos. Seguid haciendo un
escrache masivo a la población y acabaréis sufriendo un escrache
masivo y violento. No es una amenaza, es una advertencia de lo que,
desgraciadamente, podría pasar.

Ahora solo van a por vosotros pero mañana irán a por vuestra
seguridad, la seguridad que les habéis negado, y a por vuestros
privilegios, a por el dinero que les habéis quitado, los coches en los
que huis de nosotros, las casas que tenéis y que ellos han perdido, el
bienestar que les habéis arrebatado. Querrán infligiros el mismo dolor
que le habéis causado. Y a nadie le importará si os hacen daño porque
el daño que habréis hecho nos habrá anestesiado a todos. Serán tan
violentos como lo habéis sido vosotros. Se saltarán tantas leyes como
vosotros habéis violado. Serán peligrosos porque están desesperados. Y
serán incontrolables porque no tendrán nada que perder.

Vosotros se lo estáis quitando todo. Vosotros sois los responsables de
lo que os pase. Os lo merecéis. Vosotros no sois las víctimas, sois
los culpables, sois la causa de los escraches que estáis padeciendo.
Vosotros sois el escrache de este país. Le habéis hecho un escrache a
esta democracia hasta obligarla a huir por patas. Nos habéis hecho
escraches cada vez que nos reuníamos en las plazas y en las calles. Le
habéis hecho decenas, cientos de  escraches a los ciudadanos a golpe
de porra, recorte, insulto y decretazo.

Sois vosotros los que permitís el acoso a los ciudadanos de una banca
miserable que impone una ley injusta. Sois vosotros los que dejáis que
miles de familias sean humilladas delante de sus vecinos, que sus
casas sean señaladas con una cruz de "desahuciado" en la puerta, que
queden marcados como parias y excluidos, que ancianos, niños, enfermos
y gente sin recursos estén sufriendo la derrota, la violencia policial
y la vergüenza pública. Sois vosotros los que lleváis más de cuatro
años haciéndonos un escrache tras otro, los que lleváis años huyendo
de los que ahora os persiguen, los que estáis empujando a miles de
personas por un barranco por el que os acabarán arrastrando, los que
estáis provocando una pobreza, un odio y una desesperación que pueden
acabar estallando.

Si dejáis que eso ocurra, recordaréis el último verso del poema de
Niemöller: “Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera
protestar”. Nadie protestará porque os estaremos persiguiendo todos.




08 marzo 2013

Chavez un presidente del pueblo

 Angel Losantos nos manda esta información en el momento de la muerte de Chavez.


Ahora no esperen ver los avances sociales de la revolución bolivariana en El País ni en El Mundo. No podrían soportar la verdad de un presidente que se ha preocupado por el pueblo en vez de por el balance de resultados de sus empresas privadas.

 

 raúl andreu tena 

Concejal de Izquierda Unida, Ayuntamiento de Alcañiz

 

 

Estamos huérfanos. Chávez ha muerto.

Pocos líderes han concitado mayor repulsa en los grandes medios de comunicación internacional controlados por las élites económicas y financieras.Un pista muy importante de la enorme tarea del comandante en defensa de los intereses generales de su pueblo sin plegarse a los dictados de las élites económicas mundiales.

Recuerdo ahora el entusiasmo que suscitó el golpe de estado que le realizaron en febrero de 2002 y cómo se frotaba las manos la rancia derecha internacional y especialmente la española para tener que envainársela después. Qué momentos más sublimes en su vuelta al poder después de fracasar el golpe de estado que le prepararon. Y qué ridículo más espantoso el de Aznar dando pábulo y cobertura a tal suceso para quedar luego descolocado.

Siempre me llamó poderosamente la atención la gran repercusión mediática que tenían todas las
actuaciones de Hugo Chávez. Ríos y ríos de tinta se destinaron a erosionar su figura y tacharlo de dictador, olvidando las 4 victorias electorales que tuvo desde el 2 de febrero de 1999 en que se convirtió en presidente democrático de Venezuela. ¿Y por qué tanto odio? ¿Por qué tal aluvión de críticas a su figura? Pues les voy a explicar el por qué:

*1º Su gobierno tomó el control de la petrolera nacional PDVSA a principios de 2003, utilizando los ingresos para aumentar el gasto social y construir infraestructuras en vez de quedárselo una pequeña élite venezolana en conexión con el vecino del norte. 

2º Durante los últimos 10 años se gastaron 772.000 millones de dólares, aumentando el gasto social un 60%

3º Venezuela es hoy el país de la zona con menor desigualdad, habiendo reducido la desigualdad en un 54% y la pobreza en un 44%.

4º La pobreza ha pasado del 70,8% (1996) al 21% (2010) y la pobreza extrema se redujo del 40% (1996) a un nivel tan bajo como el 7,3% (2010). Cerca de 20 millones de personas se han beneficiado de los programas contra la pobreza, las llamadas “Misiones”. Hasta el momento, 2,1 millones de personas mayores han recibido pensiones de vejez, es decir, el 66% de la población, mientras que antes del actual gobierno sólo 387.000 recibieron pensiones.


5º En la educación se ha volcado especialmente la Revolución Bolivariana, dedicando un 6% del PIB, consiguiendo que Venezuela esté libre de analfabetismo. Desde la guardería hasta la universidad, la educación es gratuita: el 72% de los niños asisten a guarderías públicas, el 85% de los niños en edad escolar asisten a la escuela. El país es el segundo de América Latina y el quinto del mundo en tener proporcionalmente más estudiantes universitarios. De hecho, 1 de cada 3 venezolanos está inscrito en algún programa educativo. También es un gran logro que Venezuela esté ahora al nivel de Finlandia como el 5º país del mundo cuya población se siente más feliz.

6º Antes del gobierno de Chávez en 1998, el 21% de la población estaba desnutrida, ahora es tan sólo de un 5%, y la desnutrición infantil, que alcanzó el 7,7% en 1990, hoy es del 2,9%. Se mire como se mire, se trata de logros sociales de enorme trascendencia para la salud de la población.

7º En cuanto la salud pública, algunos de los datos más importantes son:
* La mortalidad infantil se redujo de 25 por 1.000 (1990) a sólo 13 por 1.000 (2010);
* El 96% de la población tiene acceso ahora a agua limpia;
* En 1998, había 18 médicos por 10.000 habitantes, hoy hay 58
* Los gobiernos anteriores construyeron 5.081 clínicas a lo largo de cuatro décadas, mientras que en tan sólo 13 años el Gobierno Bolivariano construyó 13.721 (aumento del 169,6%);
* Barrio Adentro, el programa de atención primaria que recibe la ayuda de más de 8.300 médicos cubanos, con sus 7.000 clínicas, ha salvado aproximadamente 1,4 millones de vidas;
* En el 2011, 67.000 venezolanos recibieron medicamentos gratuitos de alto costo para tratar 139 patologías como el cáncer, la hepatitis, la osteoporosis, la esquizofrenia; hoy hay 34 centros de tratamiento de adicciones;
* En 6 años, 19.840 personas sin hogar han sido atendidas con un programa especial, y prácticamente no hay niños que vivan en las calles;
* Venezuela tiene ahora la mayor unidad de cuidados intensivos de la región;
* Una red de farmacias públicas vende medicamentos subsidiados en 127 tiendas, realizando ahorros entre el 34-40%;
*51.000 personas han recibido tratamiento especializado para la visión en Cuba, y el programa de atención oftalmológica “Misión Milagro” ha devuelto la vista a 1,5 millones de venezolanos.

Por todas estas razones y por muchas más no pueden ver a Chávez. Porque les plantó cara, porque consiguió distribuir la riqueza del país entre su pueblo. Porque no hincó la rodilla ante el imperialismo yankee y mantuvo siempre la dignidad más allá de las presiones y extorsiones internacionales.
Ahora no esperen ver estos datos en RTVE, El País, ni en El Mundo (ya no quiero hablar de ABC o La Razón), ni tampoco en los "independientes" The New York Times o Washington Post. No podrían soportar la verdad de un presidente que se preocupó por el pueblo en vez de por el balance de resultados de sus empresas privadas.

12 enero 2013

Los Recortes en la Sanidad Pública, otra Vez, VicenÇ Navarro, en Público

 






 

Vicenç Navarro, en Público

La sanidad pública española es la menos financiada de la UE-15 (el grupo de países de la Unión Europea que tienen un desarrollo económico similar al de nuestro país). En 2008 (cuando se inició la crisis), se gastaba sólo un 6,5% del PIB, comparado con un 7,3% en el promedio de la UE-15. El bajo gasto sanitario en España explica que tenga también un gasto privado elevado, el más alto de la UE-15. De todo el gasto sanitario español en 2008, el 71,6% era público y el 28,4% era privado (el público era el porcentaje más bajo, y el privado el más elevado de la UE-15). Los recortes en la sanidad pública conllevarán un incremento notable del peso del sector privado cuyo tamaño ya es muy elevado.

Tales datos muestran claramente la falsedad de la postura sostenida por los economistas y políticos conservadores y liberales (en realidad, neoliberales) que justifican los enormes recortes de gasto público sanitario que están ocurriendo en España y en Cataluña con el argumento de que el sector sanitario público está hipertrofiado y necesita una reducción para sanearlo. Los datos señalan lo opuesto. La sanidad pública en España y en sus CCAA está profundamente subfinanciada.

En realidad, España se gasta en sanidad una cantidad menor de lo que debiera gastarse por su nivel de riqueza. Su PIB per cápita ya es el 94% del PIB per capital promedio de la UE-15. En cambio, su gasto sanitario público per cápita es sólo el 79,5% del gasto sanitario público promedio de la UE-15. Si en lugar de 79,5% fuera el 94%, España se gastaría 13.500 millones de euros más de los que se gasta. No es, pues, tampoco cierto, que España se gaste demasiado o que se gaste más de lo que España puede pagar. En realidad, los recursos existen. Lo que ocurre es que el Estado no los recoge. Y esto es de lo que no se habla ni en los forums mediáticos ni políticos del país. La postura, claramente ideológica, surgida del dogma neoliberal, y reproducida en los medios de mayor difusión, es que la sanidad debe adelgazarse, añadiéndose además (con cierto cinismo) que se necesita reducir tal gasto para “salvarla”. Tales recortes están afectando seriamente la calidad de la atención pública sanitaria, generando una mayor demanda por la sanidad privada (objetivo clave pero no explícito en gran parte de estos recortes).

La presión de los mercados financieros como causa de los recortes de gasto sanitario. La falsedad de este argumento

Conscientes de la gran impopularidad de tales recortes, las fuerzas políticas conservadoras y neoliberales que las están imponiendo los justifican con los argumentos de que tienen que realizarse debido a la presión de los mercados financieros y/o de la Troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI) y/o del gobierno Merkel que lidera las propuestas de austeridad de gasto público social en la Eurozona. Por mucho que parezca sorprendente, tal aseveración es errónea y, a la luz de los datos existentes, poco creíble. Un cálculo del tamaño que el Estado (central y autonómico) quiere ahorrarse con tales recortes nos lleva a una cifra de alrededor de 6.000 millones de euros. Pero tal reducción del déficit podría haberse conseguido, no a través de los recortes sanitarios, sino mediante el aumento de impuestos que afectan primordialmente a las rentas superiores, tal como el impuesto de patrimonio (2.100 millones), manteniéndolo en lugar de eliminarlo tal como se ha hecho; el impuesto de sucesiones (2.552 millones), eliminando su reducción aprobada, por cierto, por los partidos que están apoyando los recortes; y el impuesto de las grandes empresas (5.300 millones) que facturan más de 150 millones de euros al año (0,12% de todas las empresas), anulando la bajada de tales impuestos, también aprobada por tales partidos. El hecho de que tales alternativas –la subida de impuestos- hubieran recaído primordialmente en sectores de la población (las clases pudientes), que, aún cuando sean minoritarios, tienen una enorme influencia política, habiendo gozado históricamente de grandes privilegios fiscales, explica que ni siquiera se considere, optando, en cambio, por la reducción del déficit público del Estado mediante recortes del gasto público social que financia el Estado del Bienestar utilizado por la mayoría de la población. Ello señala el poder diferencial que las distintas clases sociales tienen sobre el aparado del Estado, tanto central como autonómico.

Las CCAA no pueden excusar tales recortes en su teórica imposibilidad para generar recursos. Las CCAA tienen autoridad fiscal y pueden introducir impuestos. Así, la Generalitat de Catalunya tiene la potestad para elevar la mayoría de impuestos, incluyendo el IRPF, el impuesto de sucesiones y donaciones, impuestos finalistas, impuestos sobre el patrimonio, y tributos sobre el juego, entre otros, potestad que no ha utilizado para reducir su déficit. En realidad, todos los recortes del déficit de la Generalitat se han basado en recortar los gastos públicos sanitarios (entre otros) sin intentar paliar este efecto, incrementando los impuestos. Ha sido la región de la UE-15 que ha sido más dura, motivo de orgullo de la opción gobernante de la Generalitat, según su portavoz parlamentario Oriol Pujol “En el sur de Europa no hay ninguna institución pública que actúe como lo estamos haciendo en Cataluña. Lo que estamos haciendo desde Cataluña es actuar de faro para todo el sur del Mediterráneo, porque no hay nadie del sur de Europa, ni Grecia, ni Portugal, ni tan siquiera en España, que se esté comportando con el coraje de CiU”. (El País, 09.11.11). Una situación un tanto semejante se está produciendo en la comunidad de Madrid.

Aunque la protesta popular ha sido muy intensiva, tal propuesta ha tenido poca repercusión en los medios, incluyendo los medios públicos, siendo un caso claro los medios públicos de la Generalitat, TV3 y Catalunya Ràdio, donde es frecuente ver moderadores de tertulias que cobran 900.000 euros al año, defender la necesidad de que las clases populares se aprieten el cinturón.

Las causas de la subfinanciación de la sanidad pública y de sus recortes

Una causa de este bajo gasto público sanitario es la concentración del poder político y mediático en el 25% de la población española que se resiste a pagar el mismo nivel de impuestos que el promedio de la UE-15 y cree erróneamente que no queda afectada por la pobreza de la sanidad pública al utilizar la privada. Tal visión, sin embargo, es profundamente errónea. La pobreza de la pública les afecta, pues en caso de enfermedad crónica y/o grave, la privada no podrá atenderles y terminarán en la pública. La privada discriminará a favor de los casos leves. Y de ahí el error de creerse que no les afecta. Sí lo hace, y mucho.

La sanidad privada es, en general, mejor que la pública en aspectos importantes para el usuario, tales como el confort (una cama por habitación), menor tiempo de espera, y un tiempo promedio de visita más largo que en la medicina pública. Pero la pública es mejor que la privada en la calidad del personal profesional y asistencial, y en la riqueza de la infraestructura técnica, lo cual explica que en casos que requieran mayor nivel de atención tecnológica, la privada deriva los pacientes a la pública. En realidad, la evidencia de que la calidad de la atención sanitaria en las instituciones públicas o en instituciones sin afán de lucro es mayor que en las instituciones con afán de lucro (es decir, sociedades limitadas que tienen por objetivo maximizar los beneficios) es robusta y abrumadora. En el conflicto calidad de atención versus beneficios, los últimos siempre ganan. De ahí que la mortalidad sea mayor en estos últimos. Esta polarización pública/privada por clase social es perjudicial para todas las clases, incluyendo las pudientes, que creen erróneamente ver satisfechas sus necesidades en la sanidad privada.


El error de la polarización social que se reproduce en la dicotomía pública versus privada


Lo que el país necesita es una sanidad multiclasista que tenga los atributos de la privada, manteniendo la calidad de la pública. Pero ello requiere un gasto público mayor, obtenido de una mayor recaudación de las rentas superiores. En lugar de seguir este camino, las fuerzas conservadoras y neoliberales están promoviendo políticas que polarizarán todavía más la sanidad española. Mediante la desgravación del aseguramiento sanitario privado están facilitando la privatización de la sanidad y su polarización por clase social. Esta privatización, sin embargo, no sigue la línea tradicional de desarrollo de instituciones privadas como alternativa a las públicas. Hoy, la complejidad y carestía de la medicina no permite establecer centros de financiación privada que alcancen niveles de alta calidad y excelencia. De ahí que la vía a seguir por la privada sea el desarrollar privilegios dentro de la pública. De ello se deduce que se intente dar autonomía financiera a los centros públicos sanitarios para que estos contraten con aseguradoras privadas para el goce de privilegios dentro de la pública. Esta es la estrategia neoliberal que se presenta bajo el argumento de que se necesita dinero, mientras que la alternativa de incrementar los impuestos ni siquiera es tenida en cuenta.

El copago no es la solución

El gran debate en el sistema sanitario se ha centrado en si hay que tener copago o no. La justificación de que es importante hacer el copago de un euro para evitar el abuso del sistema no tiene evidencia que apoye tal argumentación. En primer lugar, pese a que se repite machaconamente que el ciudadano español abusa del sistema público, los datos no lo confirman. El indicador de 9 visitas por año (que contrasta con las 6 visitas del promedio de la UE-15) tiene poco valor para demostrar tal supuesto abuso. En realidad, estas 3 visitas extra son debidas más a la pobre organización del sistema (las necesidades que los médicos firmen partes y documentos que en otros países firman personal administrativo) o a la sub-utilización de la enfermería en España, forzando al médico a realizar tareas que en otros países hacen otros profesionales. El hecho de que el médico tenga que ver muchos pacientes no es tampoco un indicador de tal abuso. Referente a desalentar el supuesto abuso (que no existe), el euro a abonar tendría muy poco impacto desincentivador y únicamente podría tenerlo para los sectores de bajos ingresos que son los que serían más vulnerables a caer enfermos.

¿Cuál es el objetivo del copago? Me parecería lógico que fuera ingresar más dinero al sector sanitario, una necesidad clara en el subfinanciado sistema sanitario español. Pero ahí el punto clave es cómo conseguir este dinero y cuánto, temas que no se discuten. Implementar el copago en el momento del servicio (mientras que se mantienen unos bajos ingresos al Estado a través de impuestos), es hacer recaer la carga en los usuarios en lugar de en todos los ciudadanos. Puesto que las clases populares tienen más posibilidad de enfermar y utilizar los servicios que las clases pudientes, incrementar el gasto en los usuarios es aumentar todavía más la regresividad en la financiación. De ahí que sería mucho más justo (y con mayor capacidad recaudatoria) que se aumentaran los impuestos, incrementando los impuestos finalistas y/o creando otros nuevos. Es sorprendente que se haya tardado tanto en aumentar los impuestos del tabaco y del alcohol. Pero hay otros impuestos finalistas, como el aprobado en varias provincias en Canadá, en que todos los ciudadanos pagan según su nivel de renta a la sanidad; o sancionar las intervenciones sancionables según su nivel de renta, tal como ocurre en Finlandia, en que las multas de tráfico se pagan según el nivel de renta, pudiéndose dedicar tales recursos a la sanidad; o pedir tres euros por cada vuelo que salga de aeropuertos del país dedicándolo a sanidad, medidas todas ellas que serían altamente populares. El hecho de que no se discutan y en su lugar se centre todo el debate en el copago, es comenzar la casa por el tejado. El mayor incremento de recursos a la sanidad debería proceder de la vía impositiva, impuestos generales y finalistas. Y sólo cuando se hubiera alcanzado un nivel mucho mayor, recurrir al copago. Pero hacerlo al revés, es injusto y una manera de continuar protegiendo a los que no pagan impuestos suficientemente, recargando en el usuario tal déficit fiscal. Todo esto los economistas neoliberales –de los cuales hay una elevada densidad en el área sanitaria- ni siquiera lo entienden y no quieren considerarlo.

Por último, la consideración de que hay que recortar para aumentar la eficiencia del sistema me parece una incoherencia. Si hay despilfarro en el sistema, debe corregirse. Pero asumir que este despilfarro es generalizado es reproducir el sesgo anti público neoliberal que lleva el debate a discusiones talmúdicas, irrelevantes en lugar de análisis rigurosos y serios basados en evidencia. No hay –repito, no hay- ninguna evidencia de que el sector público sea más ineficiente que el privado, o que tenga más despilfarro. La evidencia existente muestra precisamente lo contrario. Uno de los sistemas sanitarios más ineficientes es el estadounidense, donde la mayoría de la financiación es privada. Es el sistema más caro del mundo, representa ni más ni menos que el 16,7% del PIB norteamericano, y en cambio el 68% de la población está enormemente insatisfecha. ¿Quieren aplicar aquel sistema a España? Cuando estuve trabajando en la Casa Blanca, en el grupo de trabajo liderado por la Sra. Clinton para hacer la reforma del sistema sanitario, pude ver que EEUU, que tiene algunos de los centros sanitarios mejores y más importantes del mundo, tiene en cambio uno de los sistemas sanitarios más ineficientes e insatisfactorios para la población, mostrando el dicho de Max Webber de que la totalidad de un sistema no es la mera suma de sus componentes. Los componentes pueden ser muy buenos y el sistema puede ser muy malo. Y al revés. De ahí que el problema que tenga España no es del sistema (como constantemente se señala), sino de su financiación, además de la necesidad de mejorar sus componentes. Creerse que los recortes mejorarán la situación es un profundo error. Es el triunfo del dogma y de la fe sobre la razón y la evidencia.

La sanidad española es buena (aunque se exagera la valoración positiva que la población hace de ella). No es cierto que es la mejor sanidad del mundo. Las encuestas señalan que la ciudadanía le da un 6,2 en una escala de 0 a 10, lo que quiere decir un aprobado, no un notable y todavía menos un sobresaliente. Es el servicio público mejor valorado. Pero ello no es suficiente. Pero la parte donde está menos valorada por el usuario y el ciudadano, es precisamente en las partes (tales como tiempo de visita y lista de espera) que puedan resolverse más rápidamente con la corrección del enorme déficit del gasto público. Y es en estos sectores donde los recortes están afectando la calidad más rápidamente. El indicador más importante para medir la calidad de un sistema sanitario no son los indicadores de mortalidad (los servicios sanitarios tienen poco que ver con la mortalidad de un país) sino los indicadores de satisfacción y confort del usuario y del profesional. Y ahí estamos todavía muy lejos de donde debiéramos estar. Y las medidas que se están aplicando empeorarán todavía más la situación actual. Los gobiernos socialistas a nivel de España y el gobierno tripartito en Catalunya habían incrementado notablemente los recursos financieros para la sanidad pública, reduciendo el enorme déficit de gasto público sanitario que tiene España. Los recortes actuales aumentaran enormemente este déficit, afectando negativamente el bienestar y calidad de vida de las clases populares de nuestro país, tanto en Catalunya como en el resto de España.