El aniversario del levantamiento militar de 1974 que democratizó Portugal tras casi medio siglo de dictadura movilizará este jueves a muy diversos colectivos y organizaciones, desde la asociación de antiguos miembros de las Fuerzas Armadas al movimiento de "indignados".
El denominador común de todos es el rechazo a las medidas de ajuste y los recortes presupuestarios aplicados desde junio de 2011, con el programa del rescate financiero luso, y la demanda de soluciones a los graves problemas sociales del país.
Los sindicatos y la izquierda parlamentaria, que piden al Gobierno conservador políticas para estimular el crecimiento y el empleo, se han sumado a esas criticas con el argumento de que la austeridad exigida por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) es contraria a los principios del 25 de abril.
"Grandola Vila Morena", la canción que sirvió de señal para emprender la revolución, se ha convertido ahora en un símbolo de muchas protestas contra el jefe del Gobierno portugués, Pedro Passos Coelho, y sus ministros.
Considerado el himno del 25 de abril y escrito por Zeca Afonso, la canción la entonan ahora los "indignados" y los sindicalistas lusos, cuando interrumpen actos oficiales y realizan protestas callejeras.
El movimiento cívico "Que se fastidie la troika", organizador de dos de las mayores manifestaciones realizadas en Portugal, se adelantó a la celebración del 25 de abril y el pasado fin de semana empezó a recoger firmas contra el Gobierno precisamente en el municipio de Grandola, a unos 100 kilómetros al sur de Lisboa.
Su intención es someter al Ejecutivo a una "moción de censura popular" como la que votaron los partidos de izquierda en el Parlamento hace tres semanas, superada sin dificultades por la mayoría absoluta conservadora.
Al margen de las protestas, el principal acto oficial del 39 aniversario de la Revolución tendrá lugar en el Parlamento, donde está previsto que el jefe del Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, pronuncie su tradicional discurso ante los diputados e invitados de honor.
Pero entre ellos ya hay algunos desplantes, como el del expresidente y antiguo primer ministro Mário Soares, un histórico dirigente del socialismo luso que por segundo año consecutivo ha anunciado que no participará en la conmemoración oficial, en señal de protesta por las políticas del Gobierno y la situación que atraviesa el país.
Tampoco
asistirán a la ceremonia los miembros de la "Asociación 25 de Abril",
la entidad creada por
los militares sublevados en 1974, que mantiene una
actitud muy crítica con los recortes del gasto público decretados por
los conservadores lusos.
Esta asociación sí participará, sin
embargo, en los desfiles convocados en Lisboa y Oporto con motivo del
aniversario, en los que tienen previsto cantar el "Grandola Vila
Morena".La presidenta del Parlamento portugués, Assunção Esteves, pidió hoy que se "respete" la ceremonia de la Asamblea Legislativa, donde el público ha protagonizado ya varias interrupciones de actos oficiales con la canción del 25 de abril.
Incluso grupos de piratas informáticos portugueses han anunciado acciones antigubernamentales a través de internet, como ya hicieron hace unos meses. EFE